Sáb. Abr 27th, 2024

En el 2006, un amigo me invitó a unas jornadas de juegos. Allí descubrí un juego llamado Infinity: the Game. A las pocas horas ya tenía en mi colección una caja de inicio de Panoceanía y con ella mi Croc Man, que tantas victorias me regaló.

Tras varios años de relación con este juego (tanto como jugador como profesional) creo que puedo dar una opinión de cuales considero que son 3 motivos para acercarse a Infinity.

  1. Trasfondo – podría comenzar aquí con una retahíla de bibliografía de todas las fuentes de las que este juego se alimenta para su trasfondo. Desde la sci-fi más clásica en su organización social y relación con la tecnología al más puro estilo Asimov. O tal vez la influencia indiscutible de autores como Masmune Shirow. También podemos incluir sagas como X -Com, pero al final del día lo que hace especial a Infinity es que construye todo su universo de una manera consistente y viva. Crea piezas que encajan de una manera coordinada y que lo hace reconocible desde el primer momento en que comienzas a jugar, sintiendo ese trasfondo en el desarrollo de las partidas protagonizadas por las diferentes tropas y facciones.
  2. Reacción, reacción y reacción¡!!!!! Puede que sea lo que para mí sea el buque insignia de este juego: su sistema de reacción en la partida. Este sistema consigue que en ningún momento los jugadores son elementos pasivos. En resumen, para el que no lo conozca estamos hablando que toda miniatura puede reaccionar a las acciones de una miniatura enemiga en el turno enemigo. Esto hace que Infinity tenga una sensación donde cada movimiento y acción son decisivas desde el mismo momento del despliegue.
  3. ¡No solo balas y cuchillos! Creo que uno de los aspectos que más me llamaron la atención desde el principio fue ver elementos fuera de lo común que tenían un peso muy importarte en las partidas y su desarrollo: hacker ingenieros, médicos, remotos.
  • Así como otros elementos más comunes como granadas de humo, camuflajes o mis queridas minas tratados de forma novedosa. Esto todo hace que cuando estas contando a un amigo una partida no solo resumas las miniaturas que has matado o te han matado, sino que tengas que crear una historia donde se entremezclan ataques cibernéticos, médicos heroicos e ingenieros con un mal día (y minas …muchas minas 😊).

Podría dar más motivos para jugar, (o volver a jugar) a Infinity o podríamos también escribir una lista de deseos para las futuras versiones de juego (¡¡¡¡¡¡premedir y turnos alternos ya!!!!!!). Pero lo importante es que Infinity es un juego único, tanto para descubrirlo ahora, como para re-descubrirlo y desempolvar los dados de 20 caras.
Y recordar: el crítico siempre está ahí.

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