La Cuarta Edición de Malifaux (M4E) trajo consigo una evolución en las mecánicas del juego que, sin alterar su esencia de escaramuza táctica, puso un énfasis mucho más marcado en el uso tridimensional del terreno. Entre los muchos ajustes que refinan la experiencia, uno de los más relevantes —y a menudo subestimado por los jugadores casuales— es el papel que desempeñan las alturas en la disposición del campo de batalla.
En esta edición, la altura dejó de ser una mera etiqueta descriptiva y se consolidó como un elemento estratégico que influye en el movimiento, la línea de visión, la cobertura y la interacción con habilidades y acciones específicas. Comprender su importancia no solo mejora la experiencia de juego, sino que también es esencial para diseñar mesas equilibradas, cumplir objetivos y disfrutar de partidas más dinámicas.
La altura como factor táctico
Cada elemento de escenografía en Malifaux tiene una característica de Altura (Height) que determina cómo interactúa con miniaturas y otros elementos del entorno. Este valor afecta directamente la línea de visión, el movimiento y el control del espacio.
Las alturas determinan qué modelos pueden verse entre sí. Un modelo de Altura 2 tras una pared de Altura 3 no puede ser objetivo de ataques a distancia, lo que crea oportunidades para maniobras de cobertura o emboscadas. También influyen en el desplazamiento: trepar, saltar o usar habilidades de vuelo cobra relevancia táctica, y las miniaturas con acciones que les permiten ignorar la escenografía —como Flight o Leap— obtienen ventajas significativas en mesas con desniveles o estructuras altas.
Los niveles elevados, además, pueden servir como posiciones dominantes desde donde controlar objetivos o líneas de avance. Un francotirador en una torre de Altura 4 puede mantener a raya a enemigos menos móviles. En resumen, las alturas introducen una tercera dimensión en el pensamiento táctico, obligando al jugador a considerar no solo dónde moverse, sino también a qué nivel hacerlo.
Cómo las alturas influyen en el diseño de mesas
Una mesa bien diseñada para Malifaux debe ofrecer variedad de alturas que fomenten decisiones tácticas sin favorecer en exceso a un tipo de banda o estilo de juego. Es importante mantener un equilibrio entre áreas abiertas y elevadas: demasiadas zonas planas convierten el juego en un tiroteo de largo alcance, mientras que un exceso de estructuras altas puede obstruir el flujo y ralentizar la partida.
La accesibilidad es otro punto clave. Las alturas deben poder alcanzarse mediante escaleras, pasarelas, rampas o zonas de salto. No se trata solo de bloquear visión, sino de ofrecer opciones estratégicas reales que fomenten el movimiento y la interacción.
Las zonas elevadas deben estar distribuidas de forma equilibrada por todo el campo de batalla, evitando que un solo jugador tenga control inmediato sobre las posiciones dominantes al desplegar. Además, la mesa debe mantener coherencia temática: Malifaux es un juego donde el entorno también cuenta una historia. Una zona industrial puede tener tejados de fábricas y pasarelas metálicas, mientras que el Bayou puede presentar colinas, pantanos y torres de madera ruinosas.
Un buen diseñador de mesas debe pensar en las alturas no como un añadido estético, sino como un elemento funcional que condiciona el flujo de la partida.
La escenografía adecuada y las opciones de Bandua Wargames
Tener escenografía variada y con alturas bien definidas no solo mejora la estética, sino que garantiza equilibrio y dinamismo en el juego. Las estructuras con varios niveles —como edificios, balcones y torres— aportan cobertura, posiciones de tiro y rutas alternativas. Elementos de media altura, como vallas, cajas o barriles, generan microdecisiones tácticas: moverse entre coberturas, arriesgarse a exposición parcial o buscar la mejor línea de visión.
También son muy útiles los elementos escalonados o modulares, que permiten ajustar la mesa según el número de jugadores o el tipo de escenario, manteniendo la frescura entre partidas. Es recomendable marcar claramente las alturas y las palabras clave de cada pieza (como Blocking, Concealing o Severe), para evitar discusiones y mantener la fluidez del juego.
Dentro del catálogo de Bandua Wargames, destacan dos líneas de escenografía que encajan especialmente bien en mesas de Malifaux 4E por su verticalidad y funcionalidad: Medina Terrain y JSA Terrain.
La gama Medina Terrain presenta una estética inspirada en la arquitectura norteafricana y de Oriente Medio, con edificios de techos planos, minaretes y casas de dos plantas. Este estilo se adapta perfectamente a mesas ambientadas en zonas desérticas, barrios marginales o ciudades antiguas dentro del mundo de Malifaux. El set Medina Terrain Pack, por ejemplo, incluye una mezquita y un minarete de gran altura que permiten crear líneas de visión verticales y zonas elevadas de control. Su diseño modular y sus tejados accesibles facilitan el movimiento entre niveles y refuerzan la jugabilidad tridimensional.


Por otro lado, JSA Terrain ofrece una ambientación más urbana, inspirada en la estética japonesa moderna con toques futuristas. Aunque pensada originalmente para juegos de ciencia ficción, encaja muy bien en entornos urbanos o industriales densos, con calles estrechas y edificios de varias plantas. Piezas como la Guruwa House o la Suneate House permiten crear pasillos, pasarelas y tejados transitables, fomentando el uso de alturas y el juego vertical.


Ambos estilos cumplen los principios de diseño fundamentales: estructuras accesibles, niveles funcionales y coherencia visual con el entorno. Incorporar estas piezas en una mesa de Malifaux 4E no solo refuerza la narrativa del escenario, sino que añade profundidad estratégica, ofreciendo más opciones para moverse, ocultarse o controlar zonas elevadas.
La influencia de las alturas en los Schemes
Los Schemes —los objetivos secundarios que cada jugador selecciona al inicio de la partida— son una de las mecánicas más distintivas de Malifaux. Muchos implican movimiento, colocación precisa y control de zonas, y en todos estos aspectos la altura puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Dejando a un lado aquellos squemes que nos obligan a tener miniaturas o marcadores de squeme en alturas ciertas misiones, como Breakthrough, Spread Them Out o Research Mission, se ven directamente afectadas por la presencia de niveles elevados o terrenos inaccesibles. Un marcador colocado en un tejado o pasarela puede ser más difícil de negar para el oponente, pero también más complicado de colocar si tus miniaturas carecen de movilidad vertical.
En misiones que requieren moverse a zonas específicas, como Runic Binding o Sabotage, la topografía puede favorecer a bandas con habilidades como Flight, Incorporeal o Leap, que aprovechan las alturas para cumplir objetivos de forma más segura o impredecible.
Las alturas también influyen en la negación de esquemas. Un marcador protegido por un edificio alto o situado en una zona difícil de alcanzar puede forzar al oponente a desviarse de su plan o gastar recursos valiosos para eliminarlo.
En resumen, las alturas añaden una capa táctica adicional a la ejecución de los Schemes. Afectan la colocación, protección y acceso a los marcadores, modificando la forma en que los jugadores planifican sus rutas y distribuyen sus fuerzas. Una mesa equilibrada debe ofrecer oportunidades realistas para interactuar con estos objetivos en diferentes niveles, sin crear zonas imposibles de alcanzar o dominadas por un solo jugador.
Consejos prácticos para constructores de mesas
Define las alturas visualmente usando diferentes materiales o texturas para que sea evidente si algo es Altura 1, 2 o 3.
Piensa siempre en la jugabilidad antes que en la estética: un edificio espectacular pero inaccesible pierde valor táctico.
Varía los tipos de cobertura y elevación, combinando zonas elevadas, escenografía densa y caminos abiertos.
Prueba la mesa con distintos Schemes: algunos objetivos pueden volverse imposibles o triviales dependiendo del terreno.
Por último, usa módulos intercambiables: construir en secciones permite modificar la disposición y mantener el interés en campañas o eventos.
Conclusión
En Malifaux 4E, las alturas no son un simple número: son una herramienta estratégica, narrativa y de diseño que afecta todas las fases del juego. Ignorarlas lleva a mesas planas y partidas predecibles; en cambio, una escenografía bien pensada convierte cada partida en una historia viva.
