Como actualmente estamos organizando eventos y creando comunidad de Flesh and Blood decidimos presentaros un poco el mundo donde se desarrolla.
En los juegos de miniaturas es muy frecuente que los jugadores estén bastante en contacto con el trasfondo, este hecho es menos frecuente en los juegos de cartas salvo que sean franquicias ya conocidas como Star Wars.
En el caso de mundos propios creados para un juego la importancia del trasfondo ha ido disminuyendo desde los orígenes del género en los 90s donde los primeros arcos argumentales de Magic ( lo que podemos denominar la Saga de Urza) y todo lo relacionado con el juego clásico de la Leyenda de los 5 Anillos han tenido mucho seguimiento entre los jugadores.
El universo de Flesh and Blood ocurre en Rathe un universo de fantasía medieval en el que podemos encontrar inspiraciones de varios elementos del folklore europeo, así como de folklore oriental llegando incluso a regiones de alta tecnología. En este primer articulo hablaremos un poco de la región de Aria.
Aria
Durante milenios, el maravilloso reino de Aria ha permanecido inmutable ante el fluir del tiempo, separados del desorden y los conflictos que afligen al resto del mundo. La vegetación resplandeciente y los árboles frondosos adornan el paisaje con tonos vivos, tan vibrantes como sus habitantes.
Envolviendo las colinas ondulantes de este reino mágico, se extienden imponentes cadenas montañosas cubiertas de hielo y nieve, bosques exuberantes de tonalidades verdes y doradas, y praderas rebosantes de flores vivaces.
Como un verdadero santuario, los generosos recursos de Aria se alimentan de una energía misteriosa conocida como el Flujo. Este poder moldea y transforma el paisaje a su paso, convirtiendo montañas en valles y bosques en llanuras. El Flujo ha dado forma a algunos de los paisajes más asombrosos de Rathe, creando llanuras donde las tormentas son constantes y bosques poblados de hongos translúcidos.
Los habitantes de Aria disfrutan de una vida de abundancia gracias al rico paisaje que les provee todo lo necesario. Con defensas naturales y magia ancestral, protegen su tierra y se mantienen ocultos del exterior. Generaciones de paz y prosperidad han engendrado una sociedad rica en artistas, músicos y narradores, cuyas tabernas ofrecen los licores más exquisitos.
Sin embargo, en tiempos recientes, Aria ha experimentado un cambio. Las barreras que la protegían han comenzado a debilitarse, exponiéndola al mundo exterior por primera vez en siglos. Los Forasteros amenazan con irrumpir en Aria, mientras que el Flujo se vuelve cada vez más inestable, transformando la tierra a un ritmo acelerado. Este reino, antes pacífico, se sumerge en una nueva era de incertidumbre, mientras sus habitantes se preparan para defender su hogar.
Cuentos y Leyendas de Aria
Los Pozos de los Deseos.
Diseminados por los rincones más recónditos de Aria, los Pozos de los Deseos permanecen ocultos, desafiando los intentos de ser descubiertos. Quienes tropiezan con uno de estos pozos lo hacen por casualidad, atraídos por una fuerza enigmática. Al beber de sus aguas, se les concede el derecho de formular un deseo, aunque su cumplimiento rara vez se ajusta a las expectativas.
Askra: Los Árboles del Misterio.
Los Askra, árboles raros y delicados, se alzan con sus ramas etéreas hasta casi rozar el suelo. En sus copas, florece un fruto singular, de intenso color rojo y repleto de semillas. La creencia popular en Aria sugiere que estos frutos poseen la facultad de conectar con los espíritus de los difuntos.
El Umbral a Otro Mundo.
La antigua leyenda habla de la existencia de una puerta oculta bajo las raíces del árbol más anciano de cada bosque, una puerta que conduce a un reino desconocido. Los valientes que se aventuran a cruzarla suelen perderse en el torbellino del tiempo, emergiendo años más tarde sin recuerdo alguno de su travesía.
La Llanura de la Tempestad.
Las llanuras conocidas como la Llanura de la Tempestad están envueltas en tormentas perpetuas, con la tierra lacerada por los relámpagos. Cualquier intruso que se adentre en su dominio es castigado al instante por un rayo, desapareciendo en un abrir y cerrar de ojos.
Fensalir: El Manantial de la Salud Eterna.
Según las leyendas, aquellos que beben de las aguas del «manantial eterno» de Fensalir son curados de toda herida y enfermedad.
La Extensión Sombría
Un páramo helado envuelto en tormentas de nieve sin fin, donde la navegación se torna una empresa casi imposible. Solo existe una ruta a través de la Extensión Sombría, y cualquier desviación conduce irremediablemente al punto de partida. La nieve cegadora y el frío implacable resultan mortales para quien no está preparado.
Atravesando el Umbral
De vez en cuando, un alma perdida puede verse transportada a Aria, despertando al pie del Gran Árbol de Korshem. Este majestuoso árbol actúa como un portal, dando la bienvenida a los recién llegados con los brazos abiertos. Se dice que el Flujo potencia la capacidad del Korshem para atraer a nuevos habitantes, ofreciendo un refugio a aquellos que buscan un nuevo comienzo.
El Pico de Isen
Una imponente montaña que ha custodiado Larinkmorth durante eones, permaneciendo inalterada ante el fluir del Flujo, como si estuviera ajena a las transformaciones que sacuden el resto de Aria. El famoso licor de Larinkmorth, el sake Isenri, toma su nombre en honor a esta montaña, reflejando el azul pálido y helado de la nieve que corona el Pico de Isen.
Larinkmorth:
Una pequeña ciudad anclada en las laderas de la montaña se encuentra rodeada por un mar de nieve perpetua, un oasis de calma en medio de la blancura. Sus tabernas ofrecen refugio y calor, un bálsamo contra el gélido aliento de la montaña.
Las Costumbres de Aria
El Flujo nutre toda vida en Aria. Bajo su influencia, la flora prospera exuberante: los árboles nunca cesan de dar frutos, las plantas crecen con vigor, y las criaturas son dóciles y amigables. Esta abundancia permite a los habitantes de Aria llevar una vida serena y relajada, explorando roles como músicos, artistas, animadores o artesanos.
Las tabernas locales son puntos de encuentro donde la gente se reúne para compartir historias, música y diversión en un espíritu de celebración y camaradería.
Mientras que muchos se establecen en aldeas, otros adoptan un estilo de vida nómada, viajando a través de la región. Estos nómadas recorren pueblos, levantando tiendas o durmiendo bajo las estrellas. A su paso, ofrecen ayuda o entretenimiento, recibiendo hospitalidad a cambio.
En Aria, no existe moneda; en su lugar, la sociedad opera con un sistema de trueque simple y equitativo. Esta práctica refleja la paz y la abundancia de la región, donde las riquezas no se acumulan, sino que se comparten generosamente.
La Feria de Everfest
La Feria de Everfest despierta el máximo entusiasmo entre los habitantes de Aria. Este circo ambulante, del tamaño de una pequeña ciudad, ofrece cientos de atracciones y carpas. Desde hace siglos, el Everfest ha sido una parte integral de la vida en Aria, viajando de un pueblo a otro y creciendo con el tiempo. Familias antiguas participan en este evento, transformando sus tradiciones en actuaciones populares.
Uno de los sectores más célebres del Everfest es la Maela, un grupo que incluye adivinos, videntes, oráculos y hechiceros. Con sus actos misteriosos y fascinantes, la Maela cautiva a aquellos con mentes abiertas.
Los Valdur, otro sector del carnaval, impresionan con sus actos de fuerza y su habilidad con los animales. Desde el imponente Fianna hasta el temible Vitre’o, estas criaturas son aclamadas por las multitudes.
El Everfest alberga una variedad de actos, desde los elaborados del Legendarium hasta los más modestos presentados por familias y artistas individuales.
Diversión Inagotable
La magia del Carnaval Everfest emana de sus habitantes, quienes han convertido este evento en su hogar. Puestos de comida ofrecen dulces y delicias, mientras que los bares sirven licores únicos y mágicos. Sin embargo, la esencia del carnaval reside en sus artistas.
Trapecistas, acróbatas, malabaristas, domadores de animales, contorsionistas y bufones cautivan al público con sus actuaciones bajo el cielo o dentro de las carpas del circo. La música flota en el aire, mientras bardos narran historias y adivinos practican sus artes en círculos de tiendas. Luces y sombras danzan, mientras hechiceras y magos realizan sus encantamientos, sumergiendo a los espectadores en un mundo de maravillas y asombro.
Mareas de Cambio
Durante eones, Aria estuvo resguardada del mundo exterior por formidables barreras y poderosos hechizos mágicos, manteniendo su existencia oculta a los ojos de Rathe. Sin embargo, con el paso de los siglos, estas defensas han comenzado a debilitarse, y la antigua magia que protegía a Aria ahora muestra grietas. Forasteros entran en Aria con la intención de saquear sus tesoros, desafiando a su pueblo y despojando a la tierra de su magia con cada incursión.
Estos intrusos chocan con los habitantes de Aria en su afán por arrebatar lo que la hace especial. Saquean sin remordimientos y enfrentan a quienes se les oponen. En respuesta, defensores y guardianes se levantan una vez más para proteger su hogar de aquellos que intentan dañarlo.
Mientras los invasores amenazan las fronteras, el Flujo se vuelve cada vez más volátil, transformando la tierra a un ritmo vertiginoso. Los senderos entre aldeas se desdibujan, desafiando incluso a los caminantes más experimentados. Incluso los monumentos más antiguos de Aria, testigos de siglos de cambios, se desvanecen ante la rápida mutación del Flujo.
La Leyenda del Exaltado
En tiempos ancestrales, Rathe se sumió en la oscuridad y el miedo. Ninguna planta crecía, ninguna criatura veía, y el silencio reinaba. Entonces, el Sublime, creador de la Vida, trajo luz al mundo, trayendo dos estrellas de los cielos distantes. Una se convirtió en el sol, reposando en un carro de oro resplandeciente. La otra se transformó en la luna, sobre un carro de plata. Pero algo faltaba.
El Sublime creó a Badr y Asra, divinos gemelos. Badr, vibrante y ágil, recibió el carro dorado y corceles de llamas ardientes. Asra, serena y reflexiva, tomó el carro plateado con corceles de escarcha. Juntos, iluminaron el cielo. Badr trajo el día, un tiempo de vida y creación, mientras Asra trajo la noche, un momento de descanso y renovación. Así, Rathe floreció bajo sus luces, cumpliendo los gemelos su deber con orgullo.
La Leyenda de los Guardianes
En tiempos turbulentos, los Guardianes protegían Aria. Bendecidos con la conexión a elementales, poseían habilidades extraordinarias. Tras años de entrenamiento, se convirtieron en guerreros excepcionales, dotados de fuerza y poderes elementales. El Flujo los moldeó, haciéndolos guardianes perfectos de su tierra y su pueblo.
Cuando la paz llegó y los elementales desaparecieron, la tradición de los Guardianes se desvaneció. Ahora, con la barrera de Aria debilitándose, los Guardianes emergen para proteger su hogar una vez más.
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